jueves, 13 de marzo de 2025

Lonely Heart (porque no se me ocurre un título gracioso)

 ¡Buenos días, buenos días! Cuánto tiempo, gente. Vamos a admitir todos juntos que la entrada anterior fue bastante flojilla y que siempre hay sitio para mejora. ¿Vamos a ver esa mejora aquí? Eso es algo que vais a tener que juzgar vosotros mismos.

Antes de este me leí Metro 2034 (obviamente, al final no me hice caso a mí misma y seguí leyendo la saga, con deciros que ya tengo el tercero comprado y todo...) y la review se acerca también, pero como los sentimientos que tengo hacia él no son tan fuertes o como mínimo no me impulsan de cabeza a escribir, va a tener que esperar. Lonely Heart tampoco es que me apasionase o desagradase en demasía, pero me he empujado a mí misma a escribir esto porque hay algunas cosas que me chirrían y decepcionan y ahora me siento con la obligación moral de hacerle saber a mis lectores (cero) lo mal que lo he pasado en algunos momentos a lo largo de esta lectura.

Lonely Heart es otra de las obras de la prolífica escritora alemana Mona Kasten, la misma que creó el libro en el que se basa la serie Maxton Hall. Yo me había visto dicha serie y había quedado más que contenta y satisfecha con ella y me había dejado con ganas de leerme alguna obra de esta autora y, con tal de no repetir y no volverme a leer lo mismo que ya había visto, escogí otro libro distinto y es aquí donde entro en juego yo y mi poca creatividad a la hora de insultar.

En este libro, la protagonista, de la cual he olvidado el nombre completamente, es una presentadora de un pequeño programa de radio que también se emite en directo, donde entrevista a diferentes músicos y celebridades, y el protagonista, Beast o Adam, es un músico que aparece junto con el resto de su grupo en uno de los programas de ella, donde acaba todo como el rosario de la aurora. Aclarando desde ya que el resto de personajes son completamente irrelevantes para la trama, excepto Kayla, la ayudante de producción de nuestra protagonista, y no quiero haceros spoiler, pero si es importante, es porque es mala.

Beast tiene un trauma desde el minuto uno, que no quiere que nadie le toque; tú ya sabes qué le ha pasado. No hace falta ser Descartes y tanto él como el mono de feria que es la periodista tienen ansiedad y un cuadro clínico bastante interesante. Cosa que, obviamente, les une y les ayuda a arreglar el malentendido del principio, creando un fuerte lazo a partir de su sufrimiento común.

Una parte importante de la personalidad de Rosie es que fue prácticamente la primera persona en descubrir el grupo de Beast, Scarlet Luck, pero esto desaparece a las pocas páginas cuando deja de ser útil y se olvida completamente de que es fanática del grupo. Simplemente se convierte en fan de Adam y toda su pasión por la música y por su programa se va al garete y la vemos hacer como mucho una entrevista más. Lo cual me sorprende porque tiene cero lógica teniendo en cuenta que vive en Los Ángeles y trabajando tan poco no se mantiene nadie. Sí que es cierto que usan el programa como parte de la trama secundaria, donde la cruel productora y ayudante Kayla la intenta emborrachar para que firme los papeles con tal de vender su programa a una empresa más grande y ella poder usurpar el papel de presentadora y triunfar. Algo que se veía venir desde el minuto uno y que venga Dios y me lo niegue, pero esta otra nos trata como si fuésemos zopencos, dándonos la barra de pan entera en lugar de miguitas. Kayla hace algo sospechoso y ya está detrás Rosie pensando lo muy sospechoso que ha sido. Ya, chica, ya, lo he pillado, es la quinta vez que nos lo dices.

La segunda cosa que me chirría es el limitado vocabulario que se usa. Con eso me refiero a que siempre se usan las mismas exactas palabras para definir las cosas. Los ojos de Adam son marrones casi dorados y eso te lo repiten dos o tres veces o las mismas expresiones o frases hechas. Como si alguien le hubiese dado una lista de palabras que pudiese usar y le hubiese advertido que de allí no podía salirse o le cobraban extra. Muchas veces era como leer lo mismo varias veces; bueno, es que era leer lo mismo varias veces, pero en contextos diferentes.

Y ahora sí, vamos a por el último punto de la noche, que es uno de los más tediosos y pesados: la tremenda chapa que te da cada vez que aparece un personaje nuevo en escena y te tiene que describir el outfit y toda la pinta con detalles. Que por cierto pasa lo mismo con las diferentes estancias: el libro podría haber tenido 150 páginas de menos si nos ahorrábamos tanta descripción y dejábamos que el lector se lo imaginase un poquito. No necesito saber cada detalle de cada cosa y textura, es que me la suda, para ponerlo más claro. Aparte de que, lo siento muchísimo, pero la autora tiene un gusto TERRIBLE para la moda (y lo pongo así porque a Mona le ENCANTA poner cosas en mayúsculas), o a lo mejor es que el libro es de la época de Tumblr, aunque he mirado mil veces la fecha de publicación y creo que fue unos tres años atrás y la autora no parece tan mayor, así que nos decantamos por mal gusto.

El libro no es tan terrible, chicos, es solo extremadamente flojo y seguramente me voy a estar leyendo la segunda parte pronto para ver cómo acaba todo eso y porque en realidad me medio interesa. Aún así, no merece ser una bilogía, serán dos libros llenos de nada en absoluto que se podrían haber resumido en uno.

Sé que esta review es más cortita, pero cumple con su cometido; en la próxima, más y mejor. 

Un beso, chikis.

P.D: ¡Mona! Mona, estoy tan decepcionada... Tenía tantas ganas de que fuese un buen libro y que no se añadiese a esta larga lista... No me esperaba un Pulitzer, pero la serie de Maxton Hall me había gustado tanto y tenía la esperanza de que el libro fuese igual de bueno o tus otros libros para el caso. Yo ya no sé si me quiero leer Save Me después de esta decepción que me he llevado con este. ¡Ah! Y un apunte, eso de hablar a través de mensajes de texto en un libro me parece lo más cutre que existe.

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