Debería haber empezado con un post presentándome, quien soy, porque hago esto, que es lo que me atormenta con tanta intensidad que no me deja descansar por las noches, que me ha llevado irremediablemente a empezar un blog que muy probablemente se va a mantener en los archivos olvidados de internet, a no ser que muera de una forma heroica o decida llevar a cabo un tiroteo en una escuela.
El post de presentación ha sido descartado inmediatamente porque tenía demasiadas ganas de empezar a hablar del libro que me atormenta actualmente, así que sin más preámbulo, empezamos.
Cuando una toma un libro entre sus manos con una portada así, como la que veis, y con la maravillosa idea de que el protagonista no solo va a ser un chico malo, sino que va a ser un demonio, mentalmente, ese libro ya está comprado. Hay cosas por las que merece arruinarse y una de ellas es un buen romance, caliente y medio mal hecho para poder disfrutar de todas las incongruencias durante el muy muy irreal sexo.
Pero, el amor se termina muy pronto cuando te das cuenta de que la chica parece ser una niñata salida de una aberración entre Velma de Scooby-Doo y Tumblr en sus años dorados. Después se te olvida convenientemente porque las escenas de sexo, pues, no están tan mal.
Para ayudarme a hacer la review de este libro y porque tengo una mente olvidadiza, he ido apuntando en las mismas páginas todo aquello que me sacaba de quicio o que me gustase, aunque mayoritariamente era la primera. Avisar de que esto contiene espóiler y de que puede que sea un poco larga.
Yo no juzgo un libro por su portada, sino por la cara del autor y su biografía, así que he evitado lo máximo posible meterme en la vida de Harley. Tengo mis comentarios, obviamente: como por ejemplo el hecho de que se nota muchísimo hacia donde van los tiros cuando habla de la "neutralidad" del nombre de Rae (nuestra protagonista amante de lo paranormal) sin venir a cuento, cuando te das cuenta de que Leon (el demonio buenorro) tiene un parecido extraño con la foto de Harley... o también tenemos el hecho de que tanto uno como el otro son bisexuales y MUY amantes del sexo. Básicamente, topicazos para decirte: soy queer, ¡eh! Ya cariño, ya me he dado cuenta. Dejando de lado a Harley, que poco tiene que ver con la historia del libro más allá del hecho que la ha escrito, vamos a empezar a hablar de algunas de las cosas que me dan más rabia de Rae:
¿Me estás diciendo que eres una amante de lo paranormal, que lo respeta y lo teme, pero aun así le gusta y lo primero que haces cuando llegas a tu pueblo natal con tal de conseguir más likes en tu canal de YouTube es intentar hacer una invocación demoniaca en una iglesia abandonada, sin ningún tipo de protección y con la idea de que "no va a funcionar" como si no fueses la protagonista de esta historia? Muy irresponsable por tu parte Raelynn, sobre todo si tenemos en cuenta que dos segundos antes te burlabas de esas baratijas que parecen ser o protecciones o adoraciones hacia una entidad extraña.
Da las gracias que el ser al que invocas es un demonio que está bueno y que el máximo de daño que te hará va a ser ponerte del revés para comerte el coñ* (literalmente está él de pie y la pone del revés, cabeza abajo, mientras la sujeta por la cintura para comerle todo el arbusto) o metértela por el cul*, con lubricante. Mención extraespecial a las mil veces que se dice la palabra poll*, coñ*, coñit* o se habla de alcohol, vapers, marihuana o tabaco, como si ser universitario dependiese de ello. ¿Harley, has ido a la universidad?
Sigamos con las cosas sin sentido, como por ejemplo el hecho de que un demonio te está diciendo que una familia es mala, que te quiere matar y que encima tienen una secta donde le han invocado y por eso está en la tierra y ella lo único que hace es reírse de él. No sé, yo, me lo creo y si no me lo creo del todo, como mínimo intento investigar sobre el tema. El problema más grande que tengo con ella es que se cree las historias de fantasmas que le interesan, porque luego le hablan de un dios maligno en una cueva al final del pueblo y "son todo cuentos de niños", ah bueno, vale genial. Pues no, ojalá te coman viva Raelynn, así a lo mejor te lo crees.
Que lo de que su "amiga" Victoria, a la que acaba de conocer, pertenezca a una secta, pues, no se lo acaba de creer porque prepara magdalenas que están buenísimas, es imposible que forme parte de una secta. Ya sabes, ¿como el resto de asesinos en serie que parecían personas normales y al final no lo eran? ¿Tú no eras investigadora de lo paranormal?
Y ya que hablamos de demonios, os diré que la verdadera demonio es ella, no sale Leon a salvarla de unas criaturas muy malignas y a salvar al estúpido de Cheesecake (su gato), para que vuelva cojeando y sangrando y en lugar de preguntarle que como se encuentra o si está bien, o hacer por una vez en la vida lo que te está diciendo tu demonio salvador y quedarte en casa, va y le riñe. Pues así yo ni te salvo, ni te foll*, ni te nada. Ahí te quedas Raelynn.
Antes de terminar con esta primera parte, hay un momento donde Leon le comunica a Rae que su deber, con tal de intentar que no entren los espíritus malos a la casa es quemar en un tarro romero y canela, que como ella no tiene de eso, pues coge sus especias del Mercadona, las mete en un mortero y con eso se intenta apañar, que pasa, dice y cito textualmente "ardía, pero no se encendía una llama. Eso tendría que servir". Después de varios intentos me complace decir que: primero, ni siquiera arde y segundo, cuando conseguimos hacerlo arder, la llama casi llega al techo.
Usaría este libro como una práctica de "lectura experimental", pero de momento no me interesa que me metan nada por el culo.
Voy por la mitad del libro, así que dejaré esta review hasta aquí, pero nos veremos tan pronto como consiga acabarme el resto.
(Y de paso os dejo una foto de mi experimento.)
Un beso, chikis.
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